
Es un tipo de tratamiento psicológico diseñado para ayudar a jóvenes a enfrentar los desafíos emocionales y conductuales propios de la adolescencia. Funciona como un espacio seguro donde pueden explorar sus sentimientos, pensamientos y problemas, con el apoyo de un profesional, para desarrollar estrategias de afrontamiento saludables y promover su bienestar emocional.